A Tomar por cleta la biciculo

Mi madre era una persona que no solía utilizar palabras malsonantes. Tenía tantos recursos verbales, qué la escuchaba de adolescente y no me salía por la otra oreja.
En concreto, la expresión de portada, la usaba a menudo, realmente me partía de risa. (Si si, modificada de la original).
Tener recursos verbales para influir, a veces requiere de entrenamiento, de motivación, de formación y de observación.
Y por eso mismo, pretender imponer modelos generales en las famílias, es una falta de respeto y de creatividad que hay que revisar.
– Partir desde la casilla del otro es muy buena opción para poder acompañar.
– El lenguaje malsonante tiene utilidad, averigua.
– Indaga y interésate por todo. No des por hecho.
– Pregunta sobre todo lo obvio ya que quizás no lo es tanto y te lleves sorpresas.